Don Pollo era el poco original nombre (ya había un Rey del Pollo, un Pollo Dorado y hasta un Superpollo) de un asadero de pollos, de vida tan efímera como los bichos que vendían, de Cabo de Palos. Yo realizé el dibujo del símbolo del establecimiento para que un pintor plasmara en la fachada el gigantesco y señorial pajarraco. Fuí pagado con un pollo y una coca-cola, pero dado que hacer el garabato no me llevo más de 10 segundos creo que no esta mal pagado (asi pues, por entonces yo cobraba 360 pollos y 360 refrescos por hora). Hoy en día no queda ni rastro del bicho y en su puesto hay pintado un sonriente pez para un club de buceo creo.
3 comentarios:
Bravo Jesus, haces un gran favor publicando algunos de tus talentos.
Me gustaría ver algo de ese "aprende alemán con risas".
Por los años que quedan.
albert.
En www.argamasa.eu tienes a los imitadores vuestros una generación atrás. Nunca hemos conseguido nada,
ni siquiera hablar entre nosotros de inquietudes literarias o cinéfilas, los cerebros 10 años más jóvenes están seriamente dañados para intercambiar información, atender, comprender y toda esa mierda.
Aún así, hacemos cosas, publicamos el 5%, como tú, pero nada tiene sentido. En cualquier momento Uma Thurman puede cortar el bigote de Julian Muñoz.
Besos.
Gracias Albert, me pongo a verlo ahora mismo.
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